La inspección por corrientes inducidas, también conocida como ensayo por corrientes de Foucault, es un método de ensayo no destructivo (END) que utiliza el principio de inducción electromagnética para detectar anomalías en objetos metálicos.
Una sonda de corrientes inducidas está compuesta por una bobina alimentada con corriente alterna. Esta corriente genera un campo magnético alterno alrededor de la bobina. Cuando dicho campo se coloca cerca de un objeto metálico, se inducen corrientes eléctricas alternas en el metal. Estas corrientes se denominan corrientes inducidas o corrientes de Foucault, de ahí el nombre del método.
El flujo de las corrientes inducidas a través del objeto metálico se ve afectado por varios factores, como la presencia de grietas, picaduras u otras anomalías en el material. A través de una serie de pasos intermedios, puede medirse y visualizarse en un ordenador portátil conectado al equipo de corrientes inducidas el grado en que dicho flujo ha sido alterado.
Comparando estas señales (indicaciones) con las obtenidas a partir de una pieza de referencia (un objeto metálico con defectos artificiales de dimensiones conocidas, como muescas con cierta profundidad o orificios con determinado diámetro), es posible interpretar las indicaciones y asociarlas con un tipo y/o tamaño específico de defecto.
La inspección por corrientes inducidas tiene diversas aplicaciones:
En inspecciones de soldaduras, puede utilizarse para detectar grietas en el cordón de soldadura, el borde de la soldadura (weld toe) o la zona afectada por el calor (ZAC). Como las corrientes inducidas no se ven afectadas por la presencia de recubrimientos no metálicos, no es necesario retirar la capa de pintura u otro recubrimiento antes de la inspección.
La inspección por corrientes inducidas también puede emplearse para la detección de grietas en otros objetos metálicos, como tuberías, tanques y estructuras (por ejemplo, puentes).
Una aplicación muy extendida de esta técnica es la inspección de tubos de intercambiadores de calor. Mediante una sonda interna tipo bobina (bobbin coil), es posible examinar los tubos a una velocidad relativamente alta. Aunque la inspección se realiza desde el interior del tubo, se pueden detectar defectos tanto en el interior como en el exterior, tales como picaduras internas y externas, pérdida de espesor de pared o desgaste por contacto con deflectores (baffle wear). Las indicaciones de defectos se evalúan in situ y se registran directamente en el software de informes, lo que permite entregar el informe de resultados inmediatamente después de la inspección.
Aunque el método convencional de corrientes inducidas solo puede aplicarse a tubos fabricados en materiales no ferromagnéticos (como latón, titanio o la mayoría de los aceros inoxidables), Applus+ también ofrece alternativas basadas en corrientes inducidas para tubos de materiales ferromagnéticos, como el acero al carbono y el acero dúplex, mediante: Remote Field Testing (RFT) y Corrientes inducidas con saturación magnética.
Otra opción para la inspección de tubos de intercambiadores de calor (tanto de materiales ferromagnéticos como no ferromagnéticos) es nuestra inspección ultrasónica IRIS (Internal Rotary Inspection System).
Otros métodos END basados en corrientes inducidas que Applus+ ofrece incluyen:
Los beneficios de la inspección por corrientes inducidas en tubos de intercambiadores de calor incluyen una alta velocidad de inspección, la obtención inmediata de resultados y la detección y dimensionamiento de defectos internos y externos. Además, permite identificar tanto la pérdida gradual de espesor de pared como defectos localizados en un solo escaneo.
Otro beneficio destacado de la inspección por corrientes inducidas en soldaduras es que no es necesario retirar el recubrimiento, como pintura u otros revestimientos no metálicos.