Evaluación de Impacto Ambiental (EIA): fases y procedimientos clave

El objetivo principal es facilitar la toma de decisiones informada mediante la comprensión de cómo un proyecto puede afectar el medio ambiente y cómo esos efectos pueden ser mitigados, minimizados o evitados.

Las etapas y pasos que se siguen normalmente para completar una EIA incluyen lo siguiente:
 

1. CRIBADO (SCREENING). La etapa de cribado determina si se espera que los efectos ambientales del proyecto sean significativos, es decir, se evalúa si es necesaria una EIA. Esto se basa en el tamaño y tipo de proyecto (por ejemplo, presas, fábricas, carreteras, minas); la sensibilidad del lugar (por ejemplo, humedales, áreas protegidas, zonas urbanas); umbrales o leyes nacionales de EIA; y otros factores relevantes.
    
2. DEFINICIÓN DEL ALCANCE (SCOPING). La etapa de definición del alcance implica evaluar y determiner la cantidad de información y análisis que las autoridades requerirán. Este paso ofrece a los desarrolladores la oportunidad de consultar a las autoridades sobre la extensión de la información necesaria para tomar una decisión informada sobre el proyecto y sus efectos. El resultado de esta etapa serán los términos de referencia sobre los que se realizará la evaluación.
    
3. RECOLECCIÓN DE DATOS DE REFERENCIA. La evaluación real comienza con una caracterización exhaustiva de las condiciones ambientales existentes. Esto implica realizar estudios de campo y programas de muestreo para documentar la calidad del aire, recursos hídricos, calidad del agua, biodiversidad, niveles de ruido y otros parámetros relevantes. Estas mediciones proporcionan puntos de referencia en base a los cuales se evaluarán los posibles impactos mediante sistemas de monitoreo ambiental.
    
4. PREDICCIÓN DE IMPACTOS. La predicción de impactos utiliza técnicas analíticas apropiadas para aspectos ambientales específicos. Estas pueden incluir modelado de dispersión aérea para emisiones, análisis hidrológico para uso del agua, cálculos de propagación del ruido o metodologías de evaluación de hábitats para el análisis de pérdida de biodiversidad. Cada técnica convierte las especificaciones del proyecto en resultados ambientales previstos.
    
5. EVALUACIÓN DE ALTERNATIVAS. Los desarrolladores suelen tener la obligación de describir las alternativas razonables identificadas y estudiadas, y a comparar sus impactos ambientales con los de la opción de proyecto elegida.
    
6. MEDIDAS DE MITIGACIÓN. Después de la identificación de impactos viene la planificación de la mitigación, en el siguiente orden: evitar, minimizar, restaurar y compensar los efectos adversos. Cada medida debe evaluarse en cuanto a viabilidad técnica, costo-beneficio y beneficio ambiental esperado. Cabe señalar que en el momento de considerar las alternativas, las medidas de mitigación pueden influir en cómo éstas se evalúan. Por ejemplo, una alternativa podría considerarse inviable hasta que se contemple una medida de mitigación que reduzca su impacto.
    
7. EVALUACIÓN DE LA IMPORTANCIA. La importancia de los impactos predichos requiere una evaluación contextual basada en múltiples criterios, incluidos estándares regulatorios, sensibilidad ambiental, magnitud del impacto, duración, frecuencia, reversibilidad y preocupación pública, entre otros. Esta determinación generalmente combina umbrales cuantitativos con consideraciones cualitativas del valor ambiental.
    
8. MEDIDAS DE MONITOREO. Las medidas de monitoreo para proyectos con efectos adversos significativos deberían incluirse generalmente en el Informe de EIA. Por lo general, las medidas de monitoreo ayudan a asegurar que los proyectos cumplan con todos los requisitos legales ambientales vigentes y que los impactos estén en línea con las proyecciones del Informe de EIA. También garantizan que se implementen las medidas de mitigación para efectos significativos esperados según lo planeado.

Las medidas de monitoreo siempre deben ser proporcionales a la naturaleza de los impactos ambientales en términos de tiempo, costos y otros recursos involucrados. Deben ser específicas y suficientemente detalladas para asegurar su implementación, definiendo roles, responsabilidades y recursos. En algunos casos, se pueden aplicar economías de escala mediante el monitoreo conjunto de proyectos relacionados. Las medidas también deben ser capaces de identificar efectos importantes no previstos.

El desarrollador, o el experto en su representación, evalúa los pasos anteriores. Los resultados de la evaluación se presentan en el Informe de EIA, que se somete a la autoridad competente. Esta autoridad pone el Informe de EIA a disposición de las autoridades relevantes, incluidas las locales y regionales, así como de otras organizaciones interesadas y del público para su revisión.

La autoridad competente examina el informe de EIA, incluyendo los comentarios recibidos durante la consulta. Emite una Conclusión Fundamentada sobre si el proyecto implica efectos ambientales significativos, así como la decisión final sobre la Autorización para el Desarrollo.

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